“Paciencia” es la palabra que no se cansa de repetir el trader Eddgar Adhemar Bacchiani. De gurú de las inversiones con criptomonedas, en menos de dos meses, se transformó en una especie de líder de la meditación y de la onda amor y paz. Es la herramienta que está utilizando para tratar de calmar a los miles de ahorristas que invirtieron fortunas en su financiera Adhemar Capital (AC) y que ahora se encuentra en problemas que lo obligaron a lanzar un plan de reestructuración para afrontar sus compromisos.
La financiera Adhemar no dejó de recibir inversionistas en Yerba Buena“El Pelado”, como lo llaman sus clientes, pasó de andar en una Ferrari roja en Catamarca, a supuestamente contar con una custodia policial permanente luego que un cliente de la sede de esa provincia se presentara a negociar con la réplica de una pistola. Las escenas de nerviosismo se repiten en las otras tres sucursales que AC tiene en el país: La Rioja, Tucumán y Córdoba.
En Yerba Buena aún recuerdan la fiesta de apertura que se realizó el año pasado. “Puro glamour”, dijo Bacchiani cuando se refirió a la sede que está ubicada en Solano Vera primera cuadra, de Yerba Buena, por Instagram, su canal oficial de comunicación. “Trasformaron una porquería en un salón de ventas de primer nivel. Pusieron muchísima plata”, explicó Fernando Reyes, un comerciante de la zona. Al brillo del local lo acompañaron con la presencia de los influencers más importantes del medio para que media provincia descubriera que la financiera ya estaba operando en Tucumán. La mayoría de sus empleados son conocidos y respetados. El gerente, por ejemplo, es un ex jugador del seleccionado tucumano de rugby y una de las asesoras, hija de un funcionario de la provincia. Pero el imán más potente fue la oferta financiera que tenía para ofrecer a sus clientes.
“Lo pactado se cumple”, dijo el CEO de la financieraTodos los consultados por LA GACETA coincidieron en señalar cómo era la operatoria. Una persona o un grupo entregaba una suma de dinero a cambio de una suculenta tasa de interés, ya sea en pesos o en dólares. Firmaba un contrato en el que establecía que durante seis meses recibirán el pago de los intereses y, si lo deseaban, el capital que habían entregado. En la moneda nacional, pagaban entre un 10% y un 23%, según el monto. Por ejemplo, si alguien entregaba $500.000, cada 30 días, durante seis meses, recibía $50.000 ($300.000 en total durante todo el acuerdo) y cumplido el plazo, podía retirar los $500.000 o seguir invirtiendo.
El CEO de una financiera se presentó ante la Justicia federalLas inversiones en dólares eran mucho más tentadoras para quienes buscaban acrecentar sus ahorros. La empresa ofrecía un 15% promedio a los que les entregaban sus billetes verdes, eso sí, tenía que estar en perfecto estado y debían ser “los de las caras grandes de Washington”, como señaló un ahorrista. “La tasa era increíble si se tiene en cuenta que un bono del Tesoro de Estados Unidos puede rendir hasta un 2% anual”, analizó semanas atrás el periodista de LA GACETA Marcelo Aguaysol. El sistema de pago también era bastante curioso porque le abonaban en pesos, pero con el valor del dólar compra, que es más barato que el de venta. Por ejemplo, una persona que entregaba U$S 10.000, por mes recibía U$S 1.500 (convertido llegaba a $ 315.750) y durante el plazo del acuerdo (seis meses) unos U$S 9.000 ($1,9 millones), sin contar que si se retiraba, incrementaba un 90% por sus ahorros, ya que pasaba a tener U$S 19.000. Pero como dice el refrán, “todo lo lindo dura poco”.
El principio del…
Cuentan en Catamarca que los problemas de Bacchiani comenzaron cuando empezó a desafiar y cuestionar al gobierno de la vecina provincia por unas obras que no le permitieron realizar. Los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca) y Ricardo Quintela (La Rioja), a través de sendas notas, pidieron al Banco Central de la República Argentina que investigara a la firma Adhemar por las operaciones que estaba realizando. La entidad le dio la razón y pidió a la Procelac (Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos) que iniciara una pesquisa. En enero, la Comisión Nacional de Valores (CNV) ordenó que suspendieran todas las operaciones que estaba realizando y que además no incorporara más clientes.
“El Pelado”, que nunca deja de usar anteojos de sol, en medio de la tormenta recibió otro mazazo. Decidió invertir el capital que manejaba (el dinero de sus ahorristas) comprando bitcoins cuando cotizaban a U$S 38.400. A los días, su valor cayó a U$S 32.300, y pese al repunte que tuvo en las últimas jornadas, ya que su cotización oscila en los U$S 42.000, no se disipan los nubarrones que existen sobre la empresa. LA GACETA intentó hablar con los responsables, pero siguen manteniendo silencio.
Nuevo plan
“Gestionar lleva tiempo. Atender lleva tiempo. La falta de tiempo nos lleva y los lleva al desorden. Si hay tiempo, hay solución. Con la solución volverá el orden. Se necesita colaboración y orden. Gracias”. Ese fue el mensaje que dejó Bacchiani en sus redes sociales. Estaba dirigido a los miles de clientes que se agolparon en todas las sucursales a buscar una solución, ya que la mayoría de ellos no cobró el dinero que correspondía a este mes. LA GACETA logró entrevistar a varios ahorristas que aceptaron que sus casos se publicaran siempre y cuando se mantuviera sus nombres en reserva. “Sabe lo que pasa, no quiero quedar como el estúpido del año. Necesitaba multiplicar mis ahorros y esta era una buena oportunidad. Pero bueno, me encandilaron las luces y la codicia”, reconoció el productor J.M.P.
El discurso de los ejecutivos es bastante particular, según explicaron varios de los interrogados. “Te dicen que fueron apretados por el Banco Central porque el trader los criticó mucho. Además, argumentan que todos los bancos salieron a darle con un caño por las ganancias que pagaban y que si no le ponían un freno, aparecerían muchas financieras como estas y podrían en peligro el sistema financiero del país”, explicó. L.O.N. “Por mí que lo responsabilicen a Donald Trump, pero que me resuelva mi problema”, añadió la docente que utilizó el dinero de una herencia para invertir.
“Primero te atienden con turno. Y cuando hablás con ellos te dicen que van a ofrecerte un plan de reestructuración del acuerdo al que llegaste”, explicó M.A.R, una de las tantas clientes preocupada por el futuro de sus ahorros. “Lo que te ofrecen es volver a empezar de cero con el acuerdo. Te dicen que te harán un nuevo plan, también a seis meses, pero con una tasa muy inferior y después de ese tiempo, recién podés hablar de devolución de plata”, añadió.
El ingeniero L.C.M. coincidió con la joven que esperaba ser atendida. “En mi caso me bajaron la tasa del 15 al 8% y sé de casos que la reducción llegó hasta un 10%. Lo que pasa es que te ponen en una encrucijada. Si vos les decís que sólo querés recuperar tu capital, te patean para otra reunión y, según me dijeron, también ofrecen un plan de pago en cuotas, que en principio, no es de cobro inmediato”, señaló. “No tienen idea de la cantidad de gente que creímos el verso que nos hicieron. Hay personas que tenían el dinero para comprar una casa y lo metieron aquí para aspirar a una mejor y ahora están entrampados”, añadió.
No existe el menor indicio de cómo está compuesta la cartera de clientes de Adhemar Capital. Sí se rumorea que la lista estaría integrada por empresarios, emprendedores, funcionarios, dirigentes políticos y sindicales y personas que están siendo investigadas por delitos. “No me importa quiénes sean los que están aquí. Cada uno es dueño de hacer lo que quiera con su dinero. Pero sí me llama la atención que, pese a todos los problemas que tiene la empresa, que ya son públicos, sigan apareciendo personas a realizar una operación”, finalizó D.E.L.
lLos detalles del caso
La firma tiene su sede central en Catamarca, pero cuenta con sucursales en Córdoba y en La Rioja. En Tucumán, inauguró un local en Yerba Buena.
En acuerdos de seis meses de duración, ofrecían pagar tasas mensuales de entre 10% y 22% en pesos, o del 10% al 15% en dólares.
La financiera decidió apostar a los bitcoins cuando se cotizaban a U$S 38.000, luego bajó a U$S 33.000 y subió a U$S 42.000.
A los clientes se les está reestructurando los acuerdos con tasas mucho más bajas. No se estaría permitiendo el retiro total del capital.
El Banco Central ordenó que la financiera sea investigada por una posible oferta pública irregular. Un fiscal federal de Catamarca abrió una causa.
En la Justicia: no hay acusación alguna en contra de la financiera ni su titular Bacchiani
El titular de la financiera Adhemar, hasta el momento, aparece vinculado en una sola causa judicial, pero hasta el momento no se realizó ninguna acusación formal en contra del trader Edgar Adhemar Bacchiani. El año pasado, personal de Gendarmería Nacional realizó una investigación y consideró que había indicios para iniciar una pesquisa por lavado de activos.
El fiscal federal de Catamarca Santos Reynoso analizó el expediente y reunió elementos suficientes para solicitar que se levante el secreto bancario del trader para que analice los movimientos financieros que realizó en los últimos tiempos y, principalmente, detectar el origen de esos fondos. El ejecutivo se puso a disposición de la Justicia al confirmar que la investigación estaba avanzando velozmente.
En Tucumán, hasta el momento, no hubo ninguna denuncia en contra de la financiera que tiene su local en avenida Solano Vera primera cuadra. Fuentes del Ministerio Público Fiscal confirmaron que hasta el viernes no se había presentado ninguna denuncia por estafa.
Sin embargo, aclararon que intervinieron en un caso de una joven que denunció en las redes sociales a la empresa por no haber cumplido con el pago acordado y por no devolverle el capital en dólares que había entregado. Luego de haber identificado y ubicado a la perjudicada, funcionarios judiciales le explicaron que podría formalizar la demanda judicialmente.
La supuesta víctima les confirmó que no lo haría.
“Acá nos encontramos ante un problema. Muchos ahorristas no podrán justificar el origen de esos fondos y tendrán que ser investigados por evasión tributaria o lavado de activos. Por ese motivo muchos prefieren optar por el silencio para no sufrir otro mal mayor”, explicó una fuente judicial.